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Seat 127 4p LS 1976

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CARACTERÍSTICAS

Marca:
Seat
Modelo:
127
Carrocería y versión:
primera serie 4 puertas, versión LS
Cilindrada y tipo de combustible:
903 c.c. gasolina súper
Potencia: 47 CV
Año de fabricación:
1976
Color:
originalmente Seat Amarillo Arena
Estado:
en muy buen esado de conservación, a falta de pulir pequeños detalles


COMENTARIOS Y FOTOGRAFÍAS


Primera parte (28/Noviembre/2007): Crónica de una adquisición

Pues sí, me he liado la manta a la cabeza y me he comprado una nueva chatarrilla.

Se trata de un Seat 127 1ª serie LS 4 puertas de color amarillo. Tiene solamente 30.000 kms reales, sin vuelta de marcador.

Después de planificarlo todo tanto por mi parte como por la parte del vendedor, concretamos una fecha y me fui a buscarlo con un colega al que lié (liante que es uno). Teníamos previsto salir a las 03:00 horas, pero en realidad salimos una hora más tarde por causa de un pequeño imprevisto.

El viaje de ida se me hizo muy corto. Fue muy ameno, íbamos constando nuestas historias, riéndonos... pasándolo bien.

Éste es Jose María, el amigo "liado". Está tan loco por las chatarras como yo. Detrás está el Fiesta de mi mujer. Preferí usar éste y no otro por los consumos. Y por hacerle algo de kilómetros, ya que ella apenas lo usa.

Después continuamos el viaje. El sol ya había salido y aún nos quedaba un buen rato para llegar.

Y un par de horas después, llegamos. Lo primero que hicimos fue aparcar e irnos directamente a una cafetería. Después de comer algo llamé a Manuel, el dueño del 127. La foto fue sacada mientras lo esperábamos en la calle... y hacía un frío que pelaba a cualquiera. Manuel tardó poco en llegar, fue casualidad pero la cuestión es que él vivía muy cerca de donde estábamos. De hecho vino a pie.

En unos minutos estábamos abriendo el 127. ¡No os imagináis la impresión que me llevé al verlo! El coche es precioso, y está en un estado que sólo puedo calificar como excelente.

Bien, cerramos el coche y nos dispusimos a hacer la transferencia.

Aquí es donde "patinamos". No porque hubiese nada incorrecto, sino por la demora que conllevó hacer los papeleos. Y luego además hubo que asegurarlo. Fue imposible quedar con Javi (Tiokereke). Una lástima, hace tiempo que tengo ganas de conocer a este chaval.

Manuel y Felicidad, su esposa, nos trataron a Jose María y a mí como si fuesemos dos viejos amigos que habían ido a visitarles. Son una gente encantadora.

Una vez arreglados todos los papeles tomamos unas tapas y unas bebidas en un bar cercano para aguantar hasta la hora de comer, mientras charlábamos con Manuel. Lo dicho, una excelente persona.

Después llenamos depósitos e iniciamos el viaje de retorno... nos quedaban por delante una buena porrada de kms.

Tomé tanta bebida que... bueno, unos 50 kms después de salir casi me revienta la vejiga. Hicimos una parada "in extremis" a un lado de la autovía.

Después continuamos el camino. El coche iba PERFECTO. Sin tirones. Sin ruidos raros, le pisabas y respondía, las marchas entraban con total suavidad... la verdad es que no había conducido ninguno en este estado, ni que se le aproximase. Lo más divertido era ver las caras de aquellos que eran adelantados por un 127. Algunos pitaban, otros hacían ráfagas a modo de saludo...

Las 18:00 horas. Llevábamos buena velocidad de crucero, pero muchísimo retraso. Paramos para comer en una estación de servicio, ya iba siendo hora.

Y después de comer seguimos, y seguimos, y seguimos... el viaje de vuelta iba a ser bastante más largo y pesado. Primero porque no íbamos directamente para casa, sino que primero íbamos a dar un "pequeño" rodeo. Y segundo porque no es lo mismo tener compañía que no, sea una radio o un buen amigo con el que conversar.

Finalmente llegamos a nuestro primer destino: ¡Orense!

El motivo de ir hasta la casa del pueblo era bien simple: allí está guardado OTRO 127, idéntico al amarillo pero de color blanco. Si a Jose María le gustaba... yo se lo regalaba. Sólo hay que hacerle una puesta a punto y tramitar la documentación para darlo de alta de nuevo.

Bajamos los limitadores de la luz, cortamos el agua, cerramos las puertas, y proseguimos el viaje, esta vez directamente hasta casa. Paramos en la gasolinera más cercana, para darle de beber de nuevo a los cacharros.

Y ya no hay más fotos del viaje. Sólo de los coches ya guardados. No creí necesario sacar más fotos de la carretera desde el interior del 127.

Y se acabó el viaje. Hora de llegada: las 01:00 horas aproximadamente.

La verdad es que para ser la primera toma de contacto no ha estado nada mal... más de 700 kms recorridos con el 127, a velocidades de crucero y en algunos casos bastante altas (por lo visto según Jose María en algunos tramos he pasado de los 140 kms/hora).

No os imagináis lo contento que estoy con la nueva chatarrilla.

Por último un minivídeo de cómo suena la chatarra. Hacía bastante viento y la cámara no es de calidad, así que no os esperéis gran cosa.

Espero que os guste. Saludos.

Nota: el "bip, bip" que se oye de fondo al fnal del vídeo es el GPS, que salta al estar un rato por encima de los 130 kms/h.


Segunda parte (05/Julio/2008): rematando los detalles

Venga, va, animemos un poquito esto. He estado de bricolaje estas semanitas en los escasos ratos libres que tengo. Y aunque no es gran cosa, ahora el trasto cuenta con un par de detallitos más.

Ahora, como podéis ver en esta foto, el coche monta "unos cuantos más" interruptores que los que traía de fábrica. Todos son los propios de este modelo, y he aprovechado los huecos que trae el salpicadero de fábrica. No me gusta hacer modificaciones que no se puedan quitar.

De izquierda a derecha: luces exteriores, luces antiniebla, luces de emergencia y luneta térmica. Debajo del salpicadero, en la caña de dirección, un interruptor para el electro. El cuadro también es nuevo. Es un Veglia de época para el 127, mucho más completo que el original.

Lo más complicado fue hacer una instalación eléctrica para luces de emergencia, ya que el coche no las traía de fábrica, e instalar el cuadro con rpm, puesto que no tenía las instrucciones de montaje.

También le monté unos faros antiniebla. Son unos cibié cromados que compré en su momento nuevos del paquete, en su envoltorio original y todo. Los típicos que se ponían a los coches en esa época.

Y de momento hasta aquí llegamos, el coche tal y como está de momento me vale.

Quedan pendientes restaurar el mueble del equipo de música, montar audio, poner reposacabezas, poner cinturones autoenrrollables, y una manita de pintura. Pero todo a su debido momento que la vida es muy larga.


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