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Seat 127 2p 1975

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CARACTERÍSTICAS


Marca: Seat
Modelo: 127
Carrocería y versión: primera serie 2 puertas
Cilindrada y tipo de combustible: 903 c.c. gasolina súper
Potencia: 47 CV
Año de fabricación: 1975
Color: originalmente Seat Blanco 233, repintado en el mismo color con barniz
Estado: restaurado, a falta de pulir pequeños detalles


COMENTARIOS Y FOTOGRAFÍAS


Primera parte (Septiembre/2003): persiguiendo un viejo sueño.

Éste siempre fue el coche que deseé: un Seat 127 1ª serie 2 puertas de color blanco. No era el primer 127 que compraba, pero sí el primero que iba a dejar mejor que recién salido de fábrica.

Aquí, en Galicia, es muy complicado encontrar uno como el que buscaba a la venta (por no decir imposible). Hay muy pocos, tan pocos que no se ven por las calles, y los escasos propietarios de una unidad como la que buscaba no se querían desprender del suyo.

Así que no me quedó más remedio que buscar fuera de mi Comunidad Autónoma. Finalmente conseguí esta unidad, proveniente de Sevilla, gracias a mi amigo Juan Manuel Díaz, webmaster de www.MiSeat127.es.vg . El coche estaba en un estado nefasto, tal y como se me avisó, pero después de perseguir una unidad como esta durante ocho años… no tenía ganas de dejarla escapar.

La venta se cerró en Septiembre de 2003. El coche llegó a mi ciudad desde Sevilla por plataforma de tren. Se paseó por media España en el tren, ya que no hay plataforma directa. Primero de Sevilla a Barcelona y luego de Barcelona hasta mi casa, unos 2.400 kms. de viaje.

El coche estaba mal, muy mal el pobre. De hecho no valía ni para donante. Multitud de óxidos, podridos y perforaciones, piezas de carrocería abolladas o dobladas, tapicería completamente rota, mecánica hecha polvo (no frenaba, se calentaba, funcionaba a tres pistones, perdía aceite…). Vamos, que había que pensarselo muy bien antes de atreverse a reparar un coche en ese estado tan calamitoso.

De todas maneras algunas cosas se le habían arreglado, ahora el motor por lo menos funcionaba, que ya es algo. Juanma hizo lo que pudo preparándome parte de la mecánica antes de meterlo en el tren…la verdad, no entiendo cómo el dueño pudo dejar que el coche se deteriorase hasta tal extremo. En fin…

Solo hacerle una ligera preparación mecánica y el posterior transporte por tren hasta mi casa ya supuso un importante desembolso económico para lo que vale un coche como ese, así que decidí guardarlo y pensar sobre si realmente merecería la pena restaurar ese coche o buscar otra unidad en mejor estado.


Segunda parte (Septiembre/2003): revisando desperfectos.

Unos pocos días después decidí que el coche sería restaurado. Para qué buscar más. Dejaría este coche como el primer día y listo, ya tendría lo que tanto había buscado. Lo primero era anotar todos y cada uno de los desperfectos del coche.

Puertas podridas (literalmente), capó doblado (de hacer palanca, alguien intentó abrirlo para robarle piezas del motor… iluso), cerraduras inoperantes, todos los tapizados rasgados (incluido el del techo), infinidad de abolladuras (incluso en el techo, hay que ser animal), defensas abolladas y descuadradas, parrilla y pilotos rotos, cristales rayados, gomas podridas, multitud de óxidos y podridos (en los vierteaguas, en los desagües de las lunas, en las aletas, etc), una ventanilla pegada con silicona (!!!), los vetanucos de las puertas sellados con cemento (!!!!!)… vamos, una larga serie de barbaridades, hechas con letras mayúsculas.

Lo mejor de todo es que el suelo, el interior de las aletas y el interior de los pases de ruedas delanteros estaban bien. Sólo estes últimos estaban algo podridos por su parte más alta, algo muy normal en los 127.

Hay muchas cosas de las que no he hecho fotos, como del tapizado rasgado y podrido (y tan podrido, se rompió del todo después, cuando el chapista estaba desmontando el coche), el salpicadero roto, el contador inoperante, el pomo de la palanca de cambios roto por la base, el volante roto y agrietado, el pulsador de la bomba de agua del limpiaparabrisas roto, la bandeja trasera agrietada, la guantera descuadrada y suelta, y un infinito etcétera. Decidí no hacerlas porque sino este documento sería interminable.


Tercera parte (Junio/2004): resucitando lentamente.

El 29 de Junio de 2004 entró en el coche en el taller para hacerle la mecánica. La verdad es que fue bastante imprudente llevarlo al taller rodando, porque los frenos delanteros no funcionaban… tenía que frenar usando el freno de mano. Por suerte no pasó nada.

Juan, el mecánico, se quedó con los ojos como platos al saber que yo quería reparar “eso”. Él es muy buen mecánico, y además le encantan los 127. Tuvo uno idéntico al mío del que guarda gratísimos recuerdos. Sabía que el coche no lo podía dejar en mejores manos que las suyas.

Al empezar a desmontar los elementos mecánicos se vio que el estado real del coche era… bueno, era PEOR todavía de lo que nos imaginábamos. Culata y radiador podridos, frenos destrozados, manguitos resesos y agrietados, rótulas de dirección rotas, embrague desgastado… la lista de piezas nuevas a comprar engordaba muy rápidamente.

Del motor se pudo aprovechar bloque, cigüeñal, pistones y bielas, que inesperadamente estaban en buen estado. El resto… bueno, hubo que poner todo, absolutamente todo nuevo. Más o menos la lista de elementos nuevos era así:


  • Motor: culata (de 903 Marbella inyección), válvulas y muelles de válvulas (de 903 Marbella inyección), arillos, camisas, delco, rotor de delco, condensador, platinos, cables de bujías, bujías, carburación, bomba de gasolina, juntas, retenes, casquillos, motor de arranque, aceite y filtros.
  • Transmisiones: embrague, buté, brazo de suspensión delantero derecho, maza y valvulina.
  • Refrigeración: radiador, manguitos, arandelas, bomba de agua, termostato, bote de expansión y electro.
  • Frenos: discos, pinzas, pastillas, latiguillos, bomba de freno, tambores, zapatas y cilindros.
  • Dirección: rótulas izquierda y derecha.
  • Electricidad: bobina de encendido, alternador y correa de alternador.
  • Escape: todos los tramos, soportes y silenciosos.


Bufffff… pedazo de reparación. Más que reparación se le ha hecho la mecánica nueva. También se le limpió y repintó la tartera del filtro del aire y la tapa de balancines. Salvo por un detalle o dos parecía que el coche tenía nuevo a estrenar todo lo que había dentro del vano motor.

El coche salió por fin del taller el 23 de Julio de 2004. El mecánico se tuvo que esmerar muy a fondo con él, y el resultado era una maravilla, pero una maravilla de verdad. Arrancaba en frío a la primera sin nececesidad de tirar del aire, con ralentí estable, y un sonido mecánico perfecto. En marcha había potencia y respuesta al pisar el acelerador, seguridad en la frenada, estabilidad en las curvas… el día que me lo dieron disfruté como nunca. Se me olvidaron todos los problemas que aún estaban pendientes de resolver. Mil gracias Juan y Jose.


Cuarta parte (Septiembre/2004): sesión en el salón de belleza.

Durante un tiempo estuve recopilando piezas nuevas para poder terminar el coche. Pero el problema es que las piezas escaseaban. Finalmente un amigo mío, Pablo, me consiguió otro 127 en buen estado, éste de 4 puertas. La mayoría de las piezas las podría usar perfectamente para dejar el coche en condiciones. Así que allá nos fuimos dos buenos amigos míos y yo, a Hospital de Órbigo (León), para buscar el 127 4 puertas y dos puertas que le había comprado a Isidro. Pero esa es otra historia que ya contaré.

El 7 de Septiembre de 2004 el 127 de 2 puertas entró en el taller de chapa y pintura. El planchista se llevó una impresión bastante gorda al verlo. Tanto por el hecho de que coches como ese no se ven desde hace tiempo, como por el calamitoso estado en el que se encontraba. Lo primero que me advirtió es que iba a salir caro. Como si no lo supiese.

10 minutos después de llegar el coche ya estaba medio desmontado. Los coches de esas épocas se desmontan muy fácilmente, sobretodo teniendo la herramienta de trabajo adecuada.

Ahí fue cuando se confirmaron o se desmintieron las sospechas sobre su estado real. Las gomas del coche había que cambiarlas todas. Los óxidos de los desagües de los cristales estaban peor de lo que aparentaban, iba a ser necesario recortar y soldar. Otros óxidos, como el del techo, estaban en mejor estado del que suponía, no siendo finalmente necesario recortar la chapa. Los bajos estaban impecables, tal y como pensaba.

El siguiente paso fue sanear la chapa, eliminando el óxido donde había y recortando y soldando chapa nueva donde el metal estaba podrido. Se recortaron los desagües delanteros y traseros, los podridos de los pases de ruedas delanteros, parte del marco de la puerta del conductor…

Después tocó usar el martillo y la masilla para quitar todos los golpecitos de la carrocería. Un trabajo de chinos, no había pieza del coche que no tuviese una abolladura, grande o pequeña.

Una vez lijada toda la carrocería toca imprimación y pintura. Primero empezando por las piezas desmontables, como las puertas, la tapa del maletero o el capó, y luego pasando al resto de la carrocería. El último paso será montar las nuevas piezas, la mayoría sacada del 127 4 puertas donante, otras compradas nuevas a estrenar en tiendas de recambios, y unas pocas compradas en desguace para montar provisionalmente.

Ya parecía otra cosa, desde luego. También se le dio con un poco de pintura antigravilla a los bajos, para mantener ese estado tan bueno, al igual que los marcos de la cristalería y puertas. Además se protegieron aquellas zonas propensas al óxido con una sustancia llamada Dinitrol. Es una grasa que protege muy bien la chapa de la humedad.

Bueeeeeno… si bien el coche no era perfecto (le faltaban muchos, muchísimos detalles por repasar) al menos ya estaba bastante decente. Por lo menos ya se le podría pasar la itv en condiciones. El coche salió de la chapistería el 28 de Octubre de 2004. Trabajaron en él todos los días y cuando me lo llevé estaba muy satisfecho con el resultado. Bueno, más que satisfecho, emocionado. Muy emocionado y contento. Para mí era como estrenar coche. Este 127 estaba listo para pasar por la I.T.V.

Después cambié de opinión. Si ya poco le faltaba ¿por qué no esperar un poco más, hasta dejar hecho todo lo que pudiese? Así que los siguientes pasos fueron colocar las llantas que le correspondían, neumáticos nuevos, gomas de cristales nuevas (las que se pusieron en el taller de chapa eran provisionales), molduras cromadas de cristales y vierteaguas, tapacubos nuevos, rejilla tipo “nido de abeja” (que era la que de verdad le correspondía), tapicería lateral nueva, embellecedores del interior, equipo de sonido… todo aquello que lo haría un 127 “completo”.


Quinta parte (Agosto/2005): ultimando detalles.

Me había marcado como objetivo dejarlo terminado para la entrada del año 2005. Pero, como siempre, los imprevistos fastidian los planes. Y en este caso el imprevisto fue mi salud. Me falló un riñón y el coche, como es lógico, pasó al último plano.

En abril ya me encontraba más o menos en condiciones para retomar mis proyectos pendientes, si bien aún no me encontraba al 100%. Ahí, tras bastantes meses sin tocarlo, es cuando comprobé la calidad de los trabajos realizados. Bastó con cebar el carburador y tirar ligeramente del aire para que el coche enciendiese, haciéndolo al primer toque de llave. A los dos minutos el tirador del aire ya estaba quitado, y el motor mantenía el ralentí con un sonido precioso.

Tras lavarlo por fuera lo llevé a un taller especializado en lunas. Ellos se encargaron de retirar las gomas provisionales de las lunas delantera y trasera, montar las nuevas, y montar los embellecedores cromados que le correspondía.

Después fui consiguiendo poco a poco y gracias a los amigos de www.MiSeat127.es , www.ForoCoches.com y www.PielDeToro.net aquellas piezas que me hacían falta para completar el puzzle, como embellecedores, tapacubos, tapizados… e incluso algún extra de época como el servofreno.

También, a pesar de las críticas de algunos, decidí montar un buen equipo de música, el cual de clásico tiene bien poco. Pero como he dicho miles de veces es mi coche, son mis gustos, y yo no concibo conducir ese coche sin la música de Freddy Mercury sonando a todo volumen. Como siempre, al que no le guste que no mire.

El 20 de Agosto de 2005 se celebró la 1ª Concentración Gallega del Seat 127-Fura, en Santiago de Compostela. Lo llevé a la I.T.V. justamente el día anterior, la cual pasó sin ningún defecto, leve o grave. Fue un día fabuloso, al menos para mí. Me permitió comprobar lo bien que andaba mi pequeño coche, y pasar un magnífico día al lado de buenos amigos aficionados a estos cochecillos.

Llegado a este punto decidí parar durante una buena temporada, dedicándome a otras prioridades, otros coches y otras aficiones. Hay cositas que he dejado pendientes para más adelante, como cambiar algún embellecedor cromado, pintar las llantas, pintar en negro la palanca de cambios y la palanca de freno de mano, sustituir el tapizado del techo (es de un 127 2ª serie) y hacer un nuevo embellecedor en imitación a madera para el salpicadero. Pocas cosas, la verdad, pero que dejarían el coche de exposición.

Y aquí termina la historia de mi 127 1ª serie 2 puertas, espero que te haya gustado.


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